lunes, 5 de marzo de 2018

Entrevista a Anna Lavatelli


«La LIJ vino a buscarme un día en que

estaba aburrida en casa».



Foto: Marina Caccia

Con una vasta trayectoria literaria y una intensa labor de promoción de la lectura, Anna Lavatelli es un referente indispensable en el mundo de la literatura infantil y juvenil. Bajo el influjo de autores como García Márquez y Gianni Rodari, sus personajes se mueven con naturalidad entre lo cotidiano y lo fantástico: niños que nacen con una hermosa cola verde a la que le dan múltiples usos cuando aprenden a caminar o le temen a la oscuridad, una niña que es capaz de oler la maldad de un hombre que quiere arrebatarle la casa a su familia, una señora tan gorda que no puede salir de su departamento y debe luchar contra la soledad hasta que alguien le regala una alfombra mágica que la hará sentirse ligera como una pluma. Anna nos revela, a través de sus historias, que los mejores argumentos tal vez están más cerca de nosotros de lo que pudiésemos pensar y, valiéndose de la imaginación, los hace volar hacia desenlaces insospechados, hacia la esperanza. 

Si bien Anna nació en Italia y vive ahí, frecuentemente visita nuestro país, que también es muy suyo desde hace muchos años, cuando conoció a su esposo peruano e inició una hermosa historia de afectos y libros con el Perú. Con motivo de su última visita, compartimos una amena charla con ella y descubrimos algunas de las claves que subyacen a su consagrada trayectoria: amor por la lectura, pasión por la escritura, compromiso, respeto absoluto por el público infantil, preocupación por la literatura como forma estética, búsqueda de originalidad y exploración constante de nuevas formas de narrar. ¿Quién dijo que escribir para niños es fácil?

Llevas más de 30 años como autora de LIJ. ¿Por qué escogiste escribir para niños?
Fue más bien la LIJ que vino a buscarme, un día en que estaba aburrida en casa. Recuerdo que me senté en la mesa, con un vacío adentro. Me puse a escribir y me salió un cuento para niños. No era gran cosa, el cuento en sí, pero fue un lindo pasatiempo y quise repetir la experiencia, una y otra vez. Poco a poco, mi pasatiempo se transformó en una verdadera pasión. Allí entendí que escribir para los niños y los jóvenes era comprometerse con un trabajo de responsabilidad; y visitar su mundo, sus perspectivas y sus vivencias, un reto encantador.

En tu opinión, ¿qué función cumple el autor de LIJ en la sociedad?
El escritor de LIJ es la persona que cumple con la hermosa y desafiante tarea de hacer que los chicos se enamoren de la lectura, haciendo que descubran la poderosa fuerza emocional y la belleza creativa de las palabras, así como la posibilidad de acercarnos con capacidad crítica a nuestro entorno social.

¿Qué tipo de historias buscas ofrecerles a tus lectores?
Sobre lo que más me provoca escribir ―y lo que más me divierte también― son los pormenores y los acontecimientos que pasan en la vida real. Los pequeños eventos cotidianos pueden esconder valores universales y adquirir una gran resonancia, si logramos investigar lo que hay por detrás, reconstruir ―a través de la imaginación― el ambiente y las situaciones en que ocurrió. El uso de la ficción, en estos casos, es una forma de investigación donde la verosimilitud termina siendo más verdadera que la verdad misma, o sea más transparente e inteligible para los jóvenes lectores. Eso me encanta.

Como buena seguidora de Rodari, la fantasía juega un papel importante en tus historias, a pesar de que estas también parten de lo cotidiano y lo real. ¿Qué papel consideras que cumple la fantasía en la LIJ?
Creo que hoy en día tenemos que darle un significado nuevo a la fantasía. En su Gramática de la fantasía, Rodari nos enseñó a jugar con las palabras, sacando de ellas ideas para escribir cuentos y (sobre todo) para hacer hipótesis y pensar que lo imposible tal vez es solamente lo que no se ha intentado todavía. Este «juego» creativo valió como una muestra de potencialidades, pero seguir repitiéndolo de la misma manera sería anular su fuerza original. La fantasía ahora es, para mí, la capacidad de explorar los lugares de lo que es posible, mezclando lo que pasa a diario con lo inusual y lo inesperado, con lo que nos gustaría que cambiara, aunque parezca difícil lograrlo. La hipótesis literaria es el terreno donde trabajo con mi imaginación.

Antes has declarado que naciste en un pueblo rural y tus primeros años de vida estuvieron alejados de los avances tecnológicos de la actualidad. ¿Qué tanto influye en tu escritura haber vivido estas dos épocas tan diferentes entre sí?
Es cierto, soy una inmigrante digital, que no tiene una ciudadanía bien asentada dentro de este nuevo mundo. El cambio más importante que puedo registrar en mi escritura ha sido una modificación del estilo: párrafos más cortos, diálogos más rápidos, brevedad en las descripciones y uso moderado de adverbios y adjetivos. Quiero precisar que no ha sido una mera simplificación del texto, todo lo contrario. He trabajado y sigo trabajando en un estilo sobrio, denso, preciso y profundo, donde las palabras tengan más sentido. La comunicación en las redes es casi siempre banal, confusa, necia y repetitiva; entonces un autor tiene que salvar las palabras de su posible pérdida de sentido.

Desde que empezaste a publicar, ¿has notado alguna evolución en el público infantil?
Muchos son los cambios en las nuevas generaciones, debido a un contexto que empuja y acelera la transformación del sistema de vida. Pero, por dentro, el proceso psicológico del crecimiento de la persona, en términos de afectividad y formación del carácter, no me parece muy cambiado. En el proceso formativo de un joven, quedan las inquietudes de siempre, las mismas grandes preguntas que no tienen respuesta.

Desde tu experiencia, ¿en dónde radica la complejidad de escribir para niños?
En lo personal, considero que esa complejidad radica en la dificultad de descubrir lo que más impulsa a un chico a seguir leyendo el libro que tiene en sus manos; qué es lo que espera encontrar más allá del cuento en sí. Y, además, de qué manera puedo yo acercarme a mi lector, captar su atención sin renunciar a la calidad literaria del texto, sin dejar de ser auténtica en lo que escribo.

Agradecemos a Anna Lavatelli por su interés en conocer iniciativas relacionadas con la promoción de la lectura sean ya consagradas o en proceso de desarrollo, como es nuestro caso. Valoramos mucho sus consejos y sus palabras de aliento para este blog.

Lo que debes saber sí o sí
Para conocer más sobre la trayectoria de Anna y sus libros, puedes visitar su web desde aquí.  

Si quieres seguir leyendo
Te recomendamos los siguientes libros de Anna:
La cola verde (Norma)
 

Huesos de dinosaurio (SM)
 

El cañon Boom (Santillana)
 

Ligera como una pluma (Norma)


¿Dónde encontrar sus libros?

La cola verde (Norma)
Disponible a S/ 24.00 en Crisol y Communitas.

Huesos de dinosaurio (SM)
Disponible a S/ 32.00 en los puntos de venta de plan lector de SM. Pueden consultar aquí.

El cañon Boom (Santillana)
Disponible a S/ 32.00 en los puntos de venta de Santillana. Pueden consultar aquí.

Ligera como una pluma (Norma)
Disponible a S/ 28.00 en Crisol y Communitas.