Puede que haya quienes no han leído la versión original de su historia. Tal vez algunos desconocen que fue capaz de lanzarle un martillo en la cabeza al pobre grillo parlante o que estuvo a punto de morir ahorcado. No obstante, difícilmente encontraremos a alguien que no reconozca a Pinocho, a alguien que no tenga una imagen suya entre sus recuerdos. El célebre muñeco de madera, de carácter indómito y travieso, ha trascendido con la impulsividad y la ingenuidad de sus acciones. Pinocho no es malo, es solo un personaje con muchas aristas, como las tenemos los seres humanos. Es alguien equivocado que sufre las consecuencias de sus desatinos y en el camino va aprendiendo a conocerse, a regularse… a vivir. Tal vez, de una manera u otra, todos nos podemos ver un poco reflejados en él.
Han transcurrido 135 años desde que Pinocho irrumpiera en el universo literario gracias al talento creador de Carlo Collodi. Durante este tiempo, lejos de perder vigencia o caer en el olvido, ha mantenido la vitalidad de todo clásico y ha sido recreado en ilustraciones, esculturas, películas, etc. A continuación, haremos un breve recorrido por el tiempo y por algunas de sus múltiples representaciones.
1883: Enrico Mazzanti (Italia)
Son las primeras ilustraciones que acompañaron el clásico y que, sin duda, han sido un referente importante para muchas de las posteriores.
1901: Carlo Chiostri (Italia)
Al igual que las ilustraciones de Mazzanti, estas también están trabajadas solo con línea, pero se diferencian por el trazo mucho más fino y preciso, que permite un mayor nivel de detalle. Por ejemplo, se aprecia mejor el vestuario floreado de Pinocho y el pelaje de los animales. Asimismo, los personajes adquieren mayor expresividad tanto en el rostro como en el lenguaje corporal.
1911: Attilio Mussino (Italia)
En las ilustraciones de Mussino, se destaca más el carácter juguetón del personaje y el uso dosificado del color permite focalizar la atención sobre las acciones de los personajes. A diferencia de sus predecesores, opta por humanizar a la zorra coja y al gato ciego, dotándolos de vestimenta y accesorios.
1929: Corrado Sarri (Italia)
Sarri llena de colorido la historia y profundiza en la caracterización de escenarios. Se hace más visible la textura de la madera en el cuerpo de Pinocho y resulta particular la vestimenta de estilo oriental con las que han sido ataviados la zorra y el gato. Además, la expresión de ambos da más indicios de su carácter malicioso.
1940: Milt Kahl (Estados Unidos)
En el diseño del personaje desarrollado para la adaptación cinematográfica de Walt Disney, se pierden algunas características importantes: parece más un niño que un muñeco de madera, su rostro revela más ingenuidad y docilidad, dejando de lado su rebeldía, viste con elegancia (corbata y guantes) a pesar de que su padre Geppetto es muy pobre y, según Collodi, lo viste con un traje de papel floreado y un sombrero de miga de pan.
1946: Lois Lenski (Estados Unidos)
Lenski opta por colores cálidos y trazos redondeados de manera que obtiene una estética más infantilizada. En la ilustración seleccionada, llama la atención la postura firme e incluso desafiante que demuestra Pinocho ante el encuentro con los otros personajes.
1964: Benito Jacovitti (Italia)
Jacovitti trabajó cuatro versiones de Pinocho explorando más el lado humorístico, pero sin perder la esencia del personaje. Con colores intensos, composiciones más cargadas y una gran expresividad en los rostros, este ilustrador apuesta por una reinterpretación en la que apela a la exageración intencional de algunas rasgos. Por ejemplo, el llanto de Pinocho, el tamaño de su nariz, el aspecto malicioso del gato y la zorra (que como en muchas ilustraciones es representada como un animal macho).
1964-1965: Raul Verdini (Italia)
Durante esos años, Gianni Rodari y Verdini publicaron una versión poética de Pinocho por entregas que iban apareciendo en el periódico infantil italiano Pioniere. En este significativo homenaje, llama la atención la fidelidad de las imágenes con el texto original y el hecho de no omitir las escenas que revelan el lado oscuro del personaje.
1988: Roberto Innocenti (Italia)
Jacovitti trabajó cuatro versiones de Pinocho explorando más el lado humorístico, pero sin perder la esencia del personaje. Con colores intensos, composiciones más cargadas y una gran expresividad en los rostros, este ilustrador apuesta por una reinterpretación en la que apela a la exageración intencional de algunas rasgos. Por ejemplo, el llanto de Pinocho, el tamaño de su nariz, el aspecto malicioso del gato y la zorra (que como en muchas ilustraciones es representada como un animal macho).
1964-1965: Raul Verdini (Italia)
Durante esos años, Gianni Rodari y Verdini publicaron una versión poética de Pinocho por entregas que iban apareciendo en el periódico infantil italiano Pioniere. En este significativo homenaje, llama la atención la fidelidad de las imágenes con el texto original y el hecho de no omitir las escenas que revelan el lado oscuro del personaje.
1988: Roberto Innocenti (Italia)
Con un estilo mucho más realista, Innocenti retoma el aspecto tradicional de Pinocho. En la ilustración seleccionada, es notoria la composición y la elección cromática de sus elementos. Sobre un escenario nevado, la zorra y el gato destacan por sus atuendos oscuros, tan oscuros como sus maliciosas intenciones, las cuales también contrastan con la ingenuidad y la blancura del traje de Pinocho. Al igual que en la ilustración de Mazzanti, ambos personajes aparecen como un obstáculo en el camino de Pinocho.
1994: Antonio Saura (España)
El gran pintor español tardó cerca de 10 años en crear una nueva y original imagen para Pinocho. Para ello, partió de una nueva versión de la historia escrita por la destacada escritora austriaca Christine Nöstlinger. Con trazos irregulares e infantiles, y colores planos, Saura aportó una nueva estética para el personaje.
2003: Sara Fanelli (Italia)
Haciendo uso de una técnica mixta, Fanelli da vida a cada uno de sus personajes con pequeños recortes de papel y crayolas. Con sus meticulosos collages, aportó una visión totalmente nueva de Pinocho.
2008: Lorenzo Mattotti (Italia)
Mattoti apuesta por las curvas, los colores intensos y las escenas con mayor profundidad. El atuendo del personaje enfatiza su carácter gracioso y travieso, mientras que su expresión corporal lo hace ver ingenuo e indefenso ante la aparición de la zorra y el gato.
2010: Benjamin Lacombe (Francia)
Si bien Lacombe no ha ilustrado toda la historia, le rindió homenaje al célebre personaje en su libro pop-up Cuentos silenciosos. Él opta por enfatizar su naturaleza de muñeco de madera.
2013: Manuela Adreani (Italia)
En esta versión, se percibe la influencia de versiones anteriores en el atuendo del personaje. Resulta interesante que en ella, Pinocho se ve más como niño, incluso sus articulaciones angulosas han sido omitidas. Otro aspecto importante en la ilustración escogida, es que opta por un ángulo picado para reforzar lo indefenso que se encuentra Pinocho ante la presencia de la zorra y el gato, quienes se ven mucho más grandes que él.
2016: Gabriel Pacheco (México)
El talentoso ilustrador mexicano escoge tonos opacos y aporta una nueva estética para el personaje, tal vez la versión con menos rasgos de persona. Esta vez Pinocho ya no lleva ropa y se nota más la textura de madera de su cuerpo, sus formas son geométricas y planas y sus ojos son dos agujeros en la madera. Por tanto, su expresividad recae en las cuidadas posturas que trabaja el ilustrador.
Guillermo del Toro (México)
El conocido cineasta ha estado trabajando cerca de diez años en una versión animada de Pinocho que, según parece, aún no se estrenará por falta de presupuesto. Sin embargo, incluimos también su caracterización del personaje, ya que retoma su textura de madera y la extrema delgadez de las extremidades que quedó marcada en las primeras versiones.
Para cerrar esta publicación, invitamos a dos jóvenes ilustradoras a peruanas a recrear la imagen de este querido personaje. Cada una escogió un momento diferente de la historia para representarlo de manera libre y siguiendo su propia línea estética. En ambas se notan las variantes no estéticas, pero sí argumentales de la versión cinematográfica de Disney.
2018: Fátima Ordinola (Perú)
2018: Almendra Tamariz (Perú)
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Muy bien escogida la parte del zorro y el gato como centro de creatividad. Personalmente me gusta mucho la parte donde Pinocho se come las cascaras de las peras despues de haberlas despreciado.
ResponderEliminarGracias, Gustavo. Esa es una escena donde se puede ver más la variedad en la representación de los tres personajes. Fue muy interesante. Esa escena que describes es muy buena, es un indicio de los cambios que va experimentando el personaje hasta llegar al desenlace.
EliminarMuy simpatica la idea de Ordinola.
ResponderEliminar¡Qué bueno que te haya gustado! Fátima Ordinola es una ilustradora con mucha proyección. Toca estar atentos a su portafolio. Gracias por leernos. Un abrazo.
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