lunes, 18 de diciembre de 2017

Mis libros LIJeros recomendados

Por Becky Urbina

Alicia en el País de las Maravillas, de Lewis Carrol
Sin importar la edad que tengas, este clásico te atrapa y te hace sentir que el sentido del cambio, la rareza y la locura es bastante relativo. Las peculiaridades y disparates de sus extravagantes personajes, su humor incisivo y descabellado que convive con algunas escenas más bien desoladoras, el fluido discurrir de Alicia por un mundo absurdo que termina siendo muy afín a ella y todas las preguntas sin respuestas únicas que va sembrando el libro a través de sus páginas lo convirtieron hace mucho en uno de mis preferidos. Un libro que además recuerda que muchas veces en los momentos de mayor aburrimiento es cuando irrumpe la imaginación libremente, así que no está nada mal aburrirse algunas veces. Ediciones hay muchas, a mí me gustan mucho las ilustraciones de Rébecca Dautremer, así como las ilustraciones originales de John Tenniel, pero hay para todos los gustos.



Donde viven los monstruos, de Maurice Sendak
Un libro con más de 50 años y que mantendrá su vigencia por muchos años más. Siempre serán atractivos los monstruos, así como jugar a ser uno de vez en cuando. Este libro álbum nos presenta un viaje que podría durar lo que dura un enojo o toda una vida, hacia el lugar donde habita lo salvaje, con monstruos terribles y entrañables a la vez, que juegan, bailan, se asustan y se van a la cama sin cenar. Las ilustraciones que llegan a cubrir páginas enteras son otra razón para amar este libro, ¡qué capacidad de Sendak para retratar emociones en el rostro y postura de los personajes!

Un libro inquietante que nos enfrenta y reconcilia con nuestros propios monstruos, llegando incluso a agarrarles cariño, pero sabiendo que la fiesta monstruo no dura para siempre y que llegado el momento provoca quitarnos el traje de lobo y volver al hogar o a nosotros mismos.



Camino a casa, de Jairo Buitrago y Rafael Yockteng
Este conmovedor libro álbum hace algo digno de destacar entre los libros LIJeros: aborda temas y problemáticas reales de forma valiente y honesta, sin subestimar la inteligencia y capacidad de comprensión de los niños. Trata un tema duro como la ausencia del padre o incluso las desapariciones forzadas, pero lo hace de manera delicada y poética, con el equilibrio perfecto entre la crudeza de la realidad y las posibilidades de la fantasía. Ofrece, además, distintos niveles de lectura, por lo que puede ser adecuado para personas de diversas edades y cada uno puede leerlo e interpretarlo de forma distinta. Y por último y no menos importante, Camino a casa nos presenta a una pequeña heroína que ayuda a su familia a salir adelante pese a las adversidades, que asume responsabilidades domésticas de adultos, pero afortunadamente no deja de soñar e imaginar como cualquier niña.



* La petición era elegir tres libros, pero ante mi imposibilidad de escoger solo tres, aquí dejo un bonus track que no puedo dejar de mencionar. :D

¡¡¡BONUS TRACK!!!

En forma de palabras, de Micaela Chirif y Gabriel Alayza
Mi pequeño y yo somos fans declarados de los libros de Micaela Chirif, los tenemos casi todos y están en el ranking de los más leídos en nuestra biblioteca casera. Este en particular lo leemos de forma muy lúdica porque a sus tres años Vicente está en proceso constante de creación y de adquisición de nuevas palabras. Muchas veces repite las palabras que por algún motivo le gustan y a veces al comienzo no las usa de forma «correcta», pero se nota que le encanta poder decirlas como si se tratara de utilizar un juguete nuevo. En este libro, que Vicente entiende a su manera, podemos jugar con las palabras y sus sentidos mientras que además disfrutamos las ilustraciones y la sonoridad del texto. En algunas páginas empezamos a mencionar palabras de cada tipo: palabras que sirven para jugar, palabras enormes, palabras en las que podríamos sumergirnos, palabras que le llenan la barriga... Es sin duda un libro álbum que motiva a preguntarse, a pensar alrededor del lenguaje, pero también a crear y recrear un mundo en forma de palabras.





Sobre Becky Urbina
Poeta, mediadora de lectura y gestora cultural. Autora del poemario Camping en el país de las maravillas (Carpe Diem, 2014), con el cual ganó el IV Concurso de Poesía de Mujeres Scriptura y el Premio Luces del diario El Comercio. Ha participado en antologías de poesía, revistas y blogs literarios. Ha dictado talleres de poesía para niños y jóvenes. Actualmente se desempeña como mediadora de lectura en la Sala de Literatura Infantil Cota Carvallo y trabaja en un proyecto de libro álbum de poesía, resultado del primer Semillero de libro álbum de la Casa de la Literatura Peruana.


¿Dónde encontrar sus recomendaciones?
Alicia en el País de las Maravillas 
La edición ilustrada por Rébecca Dautremer está disponible en la edición de Edelvives a  S/ 72 en Communitas y en La Familia y a S/ 50 en las librerías del Fondo de Cultura Económica – Perú:
  • Librería Blanca Varela (Jirón Berlín 238, Miraflores)
  • Librería - Café - Galería del FCE (Calle Esperanza 275, Miraflores)
Donde viven los monstruos (Kalandraka)
Disponible a S/ 37.00 en Íbero Librerías y a edición en tapa dura a S/ 68 en La Petisa Ilustrada (Jirón Unión 108, Barranco) y Communitas (Av. 2 de mayo Nº 1684-90, San Isidro).

Camino a casa (Fondo de Cultura Económica)
Disponible a S/ 36.00 en las librerías del Fondo de Cultura Económica – Perú. En ambas librerías, ofrecen descuentos y promociones frecuentemente.

En forma de palabras (Polifonía Editora)
Disponible al precio de S/ 49.00 en Librerías Crisol, Íbero, Fondo de Cultura Económica, La Petisa Ilustrada, El Virrey, La Familia, Librería Sur, Librería Lupas y Cuarto de Juegos (https://cuartodejuegos.net/).

Todos los libros recomendados por Becky también están disponibles para lectura libre en la Sala de Lectura Infantil Cota Carvallo, en la Casa de la Literatura Peruana.

Horario de atención:
Martes a viernes de 10:00 a.m. a 5:00 p.m.
Sábados y domingos de 10:00 a.m. a 6:00 p.m.


sábado, 18 de noviembre de 2017

Mis libros LIJeros recomendados

Por Amy Young (Presidenta de Vía Libro)

Como animadora a la lectura, trabajo principalmente en aulas, bibliotecas o espacios públicos con grupo de 8 hasta 30 niños. Durante mis años de experiencia he aprendido que libros que funcionan con una edad, no siempre son significativos para otra, y libros que pueden ser bonitos para ser leídos en plan íntimo con hijos, sobrinos o amigos, no siempre funcionan con grupos numerosos en espacios grandes. Por esto, he escogido los libros que son mis favoritos para trabajar en grupos, porque esos también suelen funcionar en momentos de lectura más personales.

De 3 a 6 años
Para grupos de esta edad, busco textos que permiten interactividad con los lectores. Por ejemplo, con onomatopeyas que puedan reproducir los niños; repeticiones de elementos o frases para que las digan cada vez que aparecen en el libro; o alusiones a movimientos para que sean replicados por ellos. Textos breves con ilustraciones grandes y llamativas son los que mejor funcionan.

Mi libro favorito para esta edad es Donde viven los monstruos de Maurice Sendack, todo un clásico de los álbumes ilustrados, publicado inicialmente en 1963. Yo lo descubrí hace más de veinte años cuando lo leía con mis hijas, siempre «rugiendo rugidos terribles, crujiendo dientes terribles y mostrando las garras terribles» junto a ellas. Por supuesto, era uno de sus favoritos también, y sigue gustando donde lo lleve, sean grupos grandes o pequeños.




De 7 a 9 años
Para esta edad lo tengo claro: Olivia y todos los títulos de esta serie de Ian Falconer. Olivia es una chanchita divertida, atrevida, segura de sí misma que nunca se aburre y siempre cansa a todo el mundo. Cada libro de la colección la muestra en una nueva aventura: en el circo, en Venecia, montando su propia banda o creando princesas diferentes. Son los libros que más buscan en las bibliotecas donde trabajo, tanto niñas como niños, y desde los cinco hasta los diez años. Las ilustraciones, que evidencian con maestría la personalidad de Olivia, y el «je ne sais quoi» que tiene este personaje, logran que nos encante a todos, incluso a mí. No te equivocarás con Olivia para una biblioteca, colegio, casa o regalo. Además, las referencias culturales presentes en cada libro (cuadros famosos, actrices modernas, cantantes de ópera) son una tentadora invitación a buscar más detalles sobre ellos en internet, abriendo un mundo nuevo a los curiosos lectores de esta edad.



De 10 a 12 años
La elección para esta edad me ha costado más, pero al final he optado por el libro con el cual tengo más experiencia trabajando en aulas: Los amantes mariposa. Se trata de una leyenda japonesa presentada en una edición bellísima de gran tamaño con ilustraciones de lujo del maravilloso artista y autor francés Benjamin Lacombe. Lo suelo leer descifrando toda la simbología incorporada y destacando los elementos de la cultura japonesa según avanzamos con la historia. También ha funcionado en grupos de adultos. Naoko, la protagonista, es una chica de clase muy alta, que no quiere seguir el mandato de su padre de estudiar para ser una correcta dama y ama de casa. En rebeldía, se disfraza como chico para poder estudiar y disfrutar de la libertad como uno de ellos. Además de ofrecer una bella experiencia visual, el libro sirve de catalizador para abrir una conversación sobre costumbres culturales y sobre la vigencia actual de los perjuicios y desigualdades representados en el libro.



Ha sido difícil reducir mi lista de libros favoritos a solo tres. ¡Hay tantos! Tampoco quería dejar de mencionar a los autores peruanos que he descubierto desde que llegué hace cuatro años. Los libros de Micaela Chirif, José Watanabe y Fito Espinosa me encantan y los he incorporado en mis actividades de animación a la lectura.



Sobre Amy Young
Incansable promotora cultural con amplia experiencia dirigiendo proyectos de lectura en España y Perú. Actualmente, es presidenta y fundadora de la Asociación Cultural Vía Libro (2015), organización sin fines de lucro que busca facilitar el acceso al libro en zonas vulnerables de Perú, fomentar el hábito y el gusto por la lectura, y mejorar los niveles de comprensión lectora. Para ello trabaja en la implementación de bibliotecas comunales y escolares, además de gestionar proyectos como Clubes de Lectura y Leo Contigo.


Para saber más de Vía Libro:
Visita su fanpage haciendo clic aquí. 


¿Dónde encontrar sus recomendaciones?
Donde viven los monstruos (Kalandraka)
Disponible aproximadamente a S/ 69.00 en Íbero Librerías y La Petisa Ilustrada (Jirón Unión 108, Barranco).

Serie Olivia (Fondo de Cultura Económica)
Disponible en las librerías del FCE con precios entre S/ 40.00 y S/ 48.00 para cada título de la colección. Las direcciones son las siguientes: 
  • Librería Blanca Varela: Jirón Berlín 238, Miraflores.
  • Librería - Café - Galería del FCE: Calle Esperanza 275, Miraflores.

Los amantes mariposa (Edelvives)
Disponible aproximadamente a S/ 92.00 en Librería Sur (Av. Pardo y Aliaga 683, San Isidro) y Lupas Librería (Lord Cochrane 298, San Isidro).

Donde viven los monstruos y Los amantes mariposa también están disponibles para lectura libre en la Sala de Lectura Infantil Cota Carvallo, en la Casa de la Literatura Peruana.

Horario de atención:
Martes a viernes de 10:00 a.m. a 5:00 p.m.
Sábados y domingos de 10:00 a.m. a 6:00 p.m.




domingo, 22 de octubre de 2017

Entrevista al investigador Felipe Munita

«Quizás debemos dejar de lado la idea de que
 la gran culpable de que los chicos no lean es la tecnología»




Tras diez años de implementación del plan lector en las escuelas del Perú, son muchos los avances, pero también lo son las inquietudes en torno a cómo debemos trabajar la lectura en la escuela y con qué objetivos: ¿solo debemos buscar el placer por la lectura?, ¿y la comprensión?, ¿cómo deben ser los encuentros entre los estudiantes y los libros?, ¿qué rol debemos asumir en ellos?

De una didáctica de la literatura tradicional e historicista en la que el docente asumía un rol expositivo y explicativo, de pronto los maestros tuvimos que familiarizarnos con términos como «promoción» y «animación» de la lectura, y con nuevos objetivos como el goce de la lectura y el hábito lector. El salto fue grande, pero también lo ha sido el impulso de los maestros por adaptarse y acompañar a sus estudiantes por este tránsito entre libros. El reto continúa y nuevos enfoques nos abren caminos posibles para seguir avanzando.

Hace algunos meses, Felipe Munita, consultor internacional de Unesco, visitó nuestro país por segunda vez para trabajar en la formación de mediadores de lectura, un término poco extendido en nuestro contexto educativo y que nos puede dar luces para repensar nuestra práctica docente apuntando a un camino que probablemente integra lo que venimos haciendo, pero a la vez lo amplía y le da mayor trascendencia. Por este motivo, decidimos entrevistarlo.


Llevas varios años investigando sobre la mediación lectora en contextos escolares, incluso tu tesis doctoral abordó este tema. ¿Podrías aclararnos la diferencia entre mediación y animación a lectura?

Durante mucho tiempo se habló mucho de animación lectora, en los años 90 y a principios de este siglo, y se pensó con una perspectiva de acercamiento lúdico que tenía poco margen de intervención por parte del adulto. A veces eran actividades muy rimbombantes, que tendían a alejarse del texto o lo tomaban solo como un trampolín o un pretexto para acercarse a otras prácticas, y no abordaban procesos de acompañamiento de lectura. En cambio, la mediación implica situarse desde el acompañamiento y desde una lógica en la cual un adulto interviene para propiciar procesos de lectura en los chicos. Puede, por ejemplo, ayudarles a descubrir en un libro algo interesante que hasta el momento no habían visto, acompañarlos en la construcción de una relación de implicación personal con el texto o la elaboración de una inferencia. Todos esos son elementos que se aprenden cuando tienes apoyo de un lector más experto que te acompañe en ese proceso. Por eso, la perspectiva de la mediación se sitúa desde ese lugar del acompañamiento de los procesos de lectura por parte de un adulto docente, o quien sea, que media la relación del niño con el libro.


En tu tesis señalas que el contexto escolar también influye en el éxito de la formación de lectores. ¿De qué manera la institución escolar puede contribuir a la difícil tarea de que los estudiantes lean más o lean bien?

Es un hecho que en nuestros países la escuela es, parafraseando a Graciela Montes, la gran ocasión, el lugar en el que podemos asegurar el encuentro de todos los chicos con la cultura escrita, con el libro o con la literatura. A mí me parece que en la escuela debemos pensar en proyectos de mediación o de acompañamiento de los chicos en el acercamiento a los libros, centrados en cómo podemos ayudarlos a construir una relación de implicación personal con los libros que favorezca a su vez el placer de la lectura. Ese  goce desde muchos discursos se ha pensado natural, pero en realidad es cultural. El placer lector no surge de manera automática al entrar en contacto con los libros; hay una serie de mediaciones detrás de ello. Por eso, creo que la escuela, en la medida en que se sitúe en los procesos de acompañamiento, puede llevarlos a generar una relación de goce y de implicación personal con los libros, a avanzar en su competencia interpretativa. Eso se logra a través de muchas formas, pero quizás las experiencias más bellas que hemos conocido surgen de abrir espacios diversos de lectura en las aulas, de generar espacios continuos de discusión y conversación literaria, del trabajo por proyectos de lengua y literatura en los cuales todas las acciones tienen un sentido porque están relacionadas con una situación comunicativa determinada. Son diversas las formas en las cuales la escuela puede abordar ese desafío de formar lectores.


Hace unos días mencionaste que los mejores aliados del mediador son los buenos libros. ¿Qué características deben tener para que los califiquemos de esa manera?

Depende mucho de qué le pedimos al libro. Si yo como mediador tengo como objetivo trabajar actividades motivacionales, de acercamiento íntimo y subjetivo, de explorar las primeras lecturas, la impresión personal de los chicos frente a los libros, ahí puedo abarcar una diversidad de lecturas. En cambio, si lo que quiero es trabajar la competencia de lectura y los quiero hacer avanzar hacia lecturas más complejas, le voy a pedir a un libro que sea más resistente, que demande cierta elaboración para llegar a una interpretación interesante, que se necesite de la lectura de ciertas marcas textuales o indicios para poder elaborar interpretaciones consistentes. Esto del buen libro depende mucho de qué le pido yo como mediador al libro. Un buen libro puede ser desde Siete ratones ciegos, que es un álbum muy interesante para primeros lectores, hasta un cuento como «El dragón» de Ray Bradbury, que es un texto ambiguo, complejo, que tiene muchos niveles de realidad. Entonces, yo creo que la pregunta de los libros hay que hacerla siempre en función de libros para qué y para quién, como menciona Teresa Colomer. Me parece interesante subrayar el «para qué» en función de los objetivos que tengo como mediador y el «para quién» en función de los lectores que tengo al frente.


Aún hay dudas entre los maestros sobre si deben proponer lecturas obligatorias o dejar que los estudiantes seleccionen libremente lo que leerán. ¿Cuál sería tu recomendación al respecto?

Yo no lo veo como una disyuntiva. No lo veo como lecturas obligatorias versus lecturas autoseleccionadas por placer, porque las experiencias más interesantes de formación de lectores nos muestran diversidad de espacios de lectura; es decir, que tiene que haber espacios de lectura autoseleccionada y libre, en complemento con espacios de lectura obligatoria y guiada. ¿Cómo vas a hacer actividades de guía y de acompañamiento si es que todas las actividades y espacios que abres son de lectura libre y autoseleccionada? No se puede. Es necesario tener a veces momentos de lectura compartida por todos y a partir de esa lectura obligatoria, si se quiere, pensar en determinadas actividades y espacios de mediación. Creo que tenemos que ir dejando atrás esa lógica excluyente de «obligación o lectura libre» y pensar cuándo es interesante abrir espacios de lectura libre u obligatoria y para qué. Hace un tiempo, llegué al aula con Voces en el parque [libro álbum de Anthony Browne] y una de mis estudiantes dijo: «¡Ah, no! ¡Qué aburrido! Yo ya he visto ese libro en la biblioteca. Es raro y no lo entiendo». Pero tres sesiones después era su libro favorito. Si es que nos olvidamos de la lectura obligatoria y guiada, no podríamos tener nunca ese paso que vivió esa niña. La lectura obligatoria nos ofrece eso y por lo tanto nos da muchas posibilidades para la formación de lectores que no nos ofrecen los espacios de lectura libre y viceversa.

Existen posturas que rechazan la evaluación del plan lector en la escuela. Desde el enfoque de mediación, ¿qué lugar ocuparía?

El lugar que ocupa es como parte del proceso. No lo veo como algo aparte, como algo completamente diferente, sino como algo muy integrado al proceso de trabajo con la lectura. Desde la lógica de proyectos y las secuencias didácticas, la evaluación está integrada al proceso y no se piensa únicamente como una calificación final, sino como distintos momentos en los cuales haces procesos de metacognición, de distanciarse de tu trabajo y poder mirarlo con otros ojos o de poder mirar y retroalimentar el trabajo de tus compañeros. Creo que deberíamos dejar de pensar la evaluación como algo completamente aislado de los procesos de lectura e ir pensando cómo podemos alojar a las evaluaciones en el proceso de encuentro de un niño o de un joven con el libro, y no vinculada solamente a la calificación o algo final, porque la evaluación es mucho más que eso, es un proceso que da insumos para mejorar. Desde esa perspectiva, la evaluación debería situarse en todo el proceso de acompañamiento de una o varias lecturas. Tomar distancia de mi trabajo y tratar de ver cómo puedo mejorar lo que estoy haciendo, eso es la evaluación.


¿Cómo fomentar la lectura de libros en la escuela en un contexto dominado por las nuevas tecnologías?

Hoy en día contamos con bastantes resultados de investigación internacional, con evidencia científica que indica que cuando la formación de lectores con libros en papel ha sido exitosa en el contexto escolar, la irrupción de tecnologías no es en ningún caso un enemigo, sino que esos chicos que han sido formados de manera fecunda como buenos lectores tienden a navegar tanto en el papel como en la pantalla. Incluso muchos de esos buenos lectores prefieren finalmente el papel. Ya hay muchos resultados de investigación que avalan esta cuestión. Los propios jóvenes, adolescentes y niños que formaban parte de esos estudios nos están diciendo que tal vez tenemos que dejar de pensar en la lógica libros de papel versus nuevas tecnologías. Quizás debemos dejar de lado la idea de que la gran culpable que los chicos no lean es la tecnología, porque no tenemos grandes evidencias que apoyen esa sentencia. Más bien la evidencia en estos primeros años de trabajo en esas líneas apunta a que las tecnologías pueden ser un aliado en los procesos de formación de lectores. Creo que es una relación dialógica entre ambos más que una enemistad.


Si bien tu investigación está centrada en espacios escolares, ¿qué aspectos consideras importantes para la mediación lectora en otros contextos?

La mediación lectora en un contexto extraescolar es distinta a la que tiene lugar en la escuela, puesto que esta tiene un objetivo muy claro: el progreso. Se le pide a la escuela que los chicos progresen en sus hábitos de lectura y en su competencia interpretativa, objetivos que no se le piden quizás a un mediador que trabaja en un contexto carcelario o que va a leer cuentos a un hogar de ancianos. Hay trabajos como los de Beatriz Helena Robledo o Michèle Petit que nos dan luces acerca de dos puntos importantes para pensar la mediación lectora y el fomento lector en contextos extraescolares: el diagnóstico de las practicas letradas de la comunidad en la que se inserta ese mediador y la acogida hacia esos lectores que muchas veces tienen situaciones autobiográficas o socioculturales de quiebre total en relación con la cultura escrita. Entonces, hay que entrar desde los afectos del mediador, desde la hospitalidad.


Tu otra línea de investigación es la poesía para niños, un género poco trabajado en la escuela y con poca presencia en el mercado editorial. ¿Qué posibilidades ofrece la poesía en el proceso de formación de lectores?

Ofrece muchísimas posibilidades. En los niños más pequeños abre una oportunidad de acceso a la musicalidad del lenguaje, al trabajo de manipulación de la palabra con fines estéticos y del juego con la música, con el sonido y con el ritmo. Una poesía para niños un poco más grandes brinda la posibilidad de acercarse a textos plurisignificativos que abren muchos sentidos y que no se agotan con una sola lectura. Eso también lo ofrecen los buenos álbumes, los buenos cuentos, pero en la poesía es algo muy marcado y que ofrece, además, un espacio de trabajo para la construcción del sujeto lector entendido como esa lectura más íntima, personal y subjetiva de cada uno. Esa transacción de cada uno con el texto ofrece también la posibilidad de ver formas de interrelación entre las obras diferentes a las que se dan en la narrativa: cómo la poesía trabaja con el diálogo con otros poetas desde los epígrafes, los versos robados a otros poetas, cómo mucha de la poesía juvenil e infantil actual recoge elementos de la tradición de la poesía popular. La poesía nos deja muchas puertas abiertas para adentrarnos en la musicalidad de lenguaje, en lo que se ofrecen unas obras a otras, en la plurisignificatividad de los textos.


Luego de algunas visitas a nuestro país, ¿qué impresiones tienes sobre la literatura infantil y juvenil peruana? ¿Hay algún título o autor que haya llamado poderosamente tu atención?

La impresión que me da es que está en un estadio todavía muy inicial, en el que, por ejemplo, la edición de libros álbumes recién está despuntando. También percibo que hay pocos espacios de circulación de las obras porque, al no haber un sistema potente de bibliotecas públicas o escolares, los circuitos en los cuales circulan las obras de LIJ quedan restringidos a circuitos más bien familiares, lo que tiende a elitizar el mundo de la LIJ. Por otra parte, en términos de la producción editorial, me parece que ya empieza a haber proyectos muy interesantes como el de Polifonía Editora, que es un caso que he venido siguiendo y que ya tiene obras que me parecen de altura como Desayuno, de Micaela Chirif y Gabriel Alayza, obras que ya están explorando los lenguajes del álbum: la interacción texto-imagen, el diseño, las posibilidades que ofrece la doble página, etc. Cuando ya hay un trabajo de exploración de los lenguajes que te ofrecen un formato u otro, ahí me parece que estamos llegando a un estadio más interesante, pero todavía dentro de una etapa muy inicial de producción.


Lo que debes saber sí o sí
Felipe Munita es doctor en Didáctica de la Lengua y la Literatura por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Su tesis sobre el mediador de lectura, dirigida por la especialista catalana Teresa Colomer, obtuvo la mención de Doctor Internacional y el Premio Extraordinario de Doctorado. Se ha desempeñado como promotor de lectura, docente de aula y profesor universitario. Sus líneas de investigación giran en torno a la educación literaria y la poesía para niños. Actualmente, es miembro de Gretel (Grupo de Investigación de literatura infantil y juvenil y educación literaria de la Universidad Autónoma de Barcelona).


Si quieres seguir leyendo
Puedes buscar el poemario de Felipe Munita: Diez pájaros en mi ventana (Ekaré, 2016), ganador de la Medalla Colibrí 2017 en la categoría de Ficción Juvenil. El distribuidor del sello editorial es Íbero Librerías.

Para ampliar las reflexiones sobre los diez años del plan lector en nuestro país, te recomendamos revisar la cartilla informativa que sintetiza las jornadas que se hicieron en la Casa de la Literatura Peruana el año pasado. Puedes leerla aquí.

Y si quieres saber más sobre el rol del docente como mediador de lectura, puedes leer la tesis de Felipe aquí.


Si quieres escucharlo
Conversatorio: Lectura en la escuela y fomento de la lectura
Participan: Milagros Saldarriaga y Felipe Munita
Feria Ricardo Palma 2016

Entrevista: La mediación de la lectura, hábito lector y enfoques regionales de lectura
Participan: Milagros Saldarriaga y Felipe Munita
Casa de la Literatura 2016

sábado, 29 de julio de 2017

Entrevista a Vicente Ferrer, editor de Media Vaca

«No todo lo que se escribe o se dibuja tiene necesariamente que ponerse en un libro». 

Por Daniela Alcalde y Susana Ramírez
Lima - Madrid - Valencia/ junio, 2015

[Hace dos años, dos estudiantes estábamos en busca de un editor. Una acá en Lima y otra en Madrid compartíamos un mismo objetivo. No queríamos que nos publiquen un libro, lo que buscábamos era una tarea para final de curso: debíamos entrevistar a un editor. Tras leer sobre el trabajo de muchos de gran trayectoria, uno había quedado fijado en nuestra mente: Vicente Ferrer. Personalmente, nunca había tenido un libro de Media Vaca entre mis manos, pero todo lo que había leído sobre ellos y sobre el trabajo de su editor fueron suficientes para sentir la necesidad de descubrirlos. Hoy los libros de Media Vaca ya están en Perú para maravillar a muchas personas más gracias a la gestión de Monoblock. Ante tan buena noticia, decidimos desempolvar aquella entrevista].




«Hay que inventarse los libros que no existen para que la gente que no existe exista». Esta es una de las razones por las que Vicente Ferrer edita libros. Al leerla junto con las demás, se respira un aire de idealismo y de profunda convicción que parece ya lejano en el mundo editorial actualmente regido por la prisa y lo comercial. Y sí, el trabajo de Media Vaca, su editorial, parece un barco que voluntariamente navega contracorriente. Parece surreal que haya logrado sobrevivir en el sector editorial con un trabajo artesanal y pausado, con libros que no son parte de un proyecto editorial, sino de un proyecto de vida. Suficientes motivos para querer conocer más sobre su experiencia. Por ello, la siguiente entrevista.

Media Vaca cuenta con una trayectoria de 17 años, ¿qué crees que habéis aportado al mundo del libro a diferencia de otras editoriales?
(Bien empezamos. Es la primera pregunta y no sé qué contestar). Me parece que para poder aportar algo, el proyecto debería ser más conocido. Es estupendo comprobar que hay gente que conoce algunos de nuestros libros, pero no hay que confundir un libro con una editorial. Desde el principio nuestro propósito fue crear una biblioteca, y en eso estamos. (Lo que llamamos biblioteca es un proyecto que ahora mismo me costaría definir, pero que abarca algo más que una suma de libros). El mundo del libro tiene una historia que ya es larga, y que a casi nadie importa, que se va haciendo con los esfuerzos anónimos de muchas personas que no son solo los autores que figuran en las cubiertas. De todos esos esfuerzos, ¿qué quedará? Es difícil saberlo.

¿Qué elementos debe reunir una obra para convertirse en un libro de Media Vaca?
La mayor parte de los libros que hemos publicado son proyectos propios que responden a nuestros intereses personales. Generalmente, somos nosotros quienes proponemos un encargo a los autores, aunque no siempre es así. También recibimos propuestas de todo tipo a través de los caminos más dispares. Puedo decir que sabemos cuando algo nos interesa mucho (tanto como para dedicarle una parte importante de nuestro tiempo y considerables esfuerzos) cuando unos días después, a veces varios años después, aquello que leímos o que vimos nos sigue martilleando en la cabeza.

Según comentas, Media Vaca es un proyecto muy personal cuyas publicaciones responden principalmente a tus intereses, a ese ideal de «hacer los libros que no existen». ¿Cuál ha sido la clave que les ha permitido posicionarse en un mercado editorial muchas veces direccionado por cuestiones comerciales?
En mi opinión, para conseguir mantenernos como editores ha sido fundamental la decisión de no crecer y publicar únicamente tres libros al año. Somos conscientes de nuestras limitaciones y no nos ha parecido una buena idea forzar ese ritmo.

¿Cuáles crees que son los principales problemas u obstáculos a los que te enfrentas como editor actualmente?
Como les ocurre a la mayor parte de los editores, supongo, los problemas a los que nos enfrentamos están relacionados con el tiempo y el espacio. Por desgracia, el enfoque está bastante alejado de la filosofía que trata esas importantes cuestiones. Por una parte, nos falta tiempo para hacer los libros a nuestro gusto. Por otra parte, tenemos un almacén saturado: los libros, que entran de dos mil en dos mil, salen en cambio de uno en uno. También nos falta tiempo para contestar a las personas que se dirigen a nosotros. Sería preciso hacer una pausa en la producción para dedicarnos a la promoción y venta de los libros, y, quizá, para reorientar nuestro proyecto. Nos gustaría poder conversar con los lectores y libreros, a los que apenas conocemos y con quienes nos relacionamos casi exclusivamente a través de los libros.

Desde que comenzaste con Media Vaca hasta ahora, ¿cómo crees que ha cambiado el sector editorial y, en concreto, la edición de LIJ?
Diría que hoy hay más variedad. Aunque quizá, bien mirado, esa variedad no sea tan significativa, porque muchos catálogos parecen intercambiables. También hay más autores que se autoeditan, lo que no dice nada a favor de la pujanza del sector, más bien evidencia su debilidad.

Cada semana las librerías acogen decenas de novedades editoriales y resulta un hecho manifiesto que la oferta editorial supera la demanda lectora. ¿Crees que puede existir algún tipo de solución a la sobreproducción editorial existente?
En otras áreas de actividad se han implantado métodos para evitar la sobreproducción, pero ninguno de esos métodos parece aplicable a un sector como este, tan especial en tantos sentidos. Se me ocurre que una forma de racionalizar la producción pasaría por pensar dos veces cada decisión que se toma. Hay muchos automatismos y no siempre nos cuestionamos todo lo que se hace. Así, pensando pensando, quizá lleguemos a la conclusión de que basar el comercio de los libros en el reclamo de la novedad es algo completamente absurdo. Por otra parte, aunque resulte paradójico, también a los editores nos hace falta tiempo para leer. A todos nos vendría bien viajar más y ver otras cosas, y vivir una temporada fuera de los libros.

Luego de la experiencia con El alma se serena, ¿han considerado la posibilidad de publicar una obra de teatro para niños? Es un género poco desarrollado en la LIJ. ¿Qué opinas sobre ello?
Ese libro es muchas cosas a la vez, y también es un experimento. No hay muchas experiencias de ilustrar libros de teatro, fuera de las fotos de la puesta en escena. Antes hicimos El paseo de Buster Keaton, de Lorca, con ilustraciones y diseño de Manuel Flores, aunque tampoco está destinado a los niños. Durante la Segunda República, hubo en España un gran interés por el teatro, al que se dio una gran difusión y la consideración de arte revolucionario y verdaderamente popular. Deberíamos recuperar muchas cosas de esa época: al menos, la frescura y el espíritu lúdico, y el respeto con que se trataron las creaciones para los lectores más jóvenes. Hicieron teatro para niños (y libros de teatro) Antoniorrobles, Manuel Abril y Salvador Bartolozzi y Magda Donato, entre otros. Es cierto que hay todo un campo por explorar: algunos diálogos de Tono y Mihura, que merecen ser más conocidos, darían maravillosos libros de teatro para niños.

Tras todos estos años liderando el proyecto de Media Vaca, ¿ha cambiado tu concepción sobre el rol del editor?
La verdad es que no. Siempre he pensado que hay muchas clases de editores, y eso es lo que voy viendo. Tengo la sensación, sí, de que la mayor parte de los nuevos editores, que suelen formarse con los editores grandes, adquieren de estos, de la manera más natural, argumentos y comportamientos que les animan a desarrollar una vocación de «grandes». Personalmente, echo de menos espacios de discusión sobre la labor editorial en los medios de comunicación y, en general, en la vida diaria, fuera de los lugares establecidos por las ferias comerciales.

Sin duda la labor del editor es apasionante y conocer el trabajo de editoriales como Media Vaca resulta motivador. ¿Qué les aconsejarías a las personas interesadas en editar por primera vez?
Lo primero, que consideren seriamente la publicación. No todo lo que se escribe o se dibuja tiene necesariamente que ponerse en un libro. Hay cosas que cuando se convierten en libros pierden su frescura y se estropean. Si después de pensarlo mucho, uno acaba convencido de que lo mejor es hacer un libro, pues adelante: hagamos todo lo necesario para que salga de la mejor manera. En primer lugar, convendría llevar a cabo una pequeña investigación sobre el lugar adecuado para publicar y sobre las condiciones en que la edición debe realizarse. Esa pequeña investigación es un trabajo muy serio que a veces lleva tanto tiempo y esfuerzo como la obra que hemos inventado. No hay que rendirse a la primera. Es importante saber que la falta de respuesta por parte de una editorial no implica necesariamente un no: lo más probable es que no haya personal para ofrecer una respuesta. Cuando nada ocurre, hay que insistir, y, al mismo tiempo, seguir buscando. Y si nos gusta escribir, y si nos gusta dibujar, no debemos desanimarnos ni dejar de seguir trabajando.

Gracias a Vicente Ferrer por darse un tiempo para responder nuestras preguntas. Sabemos lo mucho que eso significa para un editor y valoramos su gran disposición.



Lo que debes saber sí o sí
La editorial Media Vaca es una editorial independiente de libros ilustrados para todo público. Fue fundada en Valencia, en 1998, por Begoña Lobo y Vicente Ferrer. Varios de sus libros han recibido importantes reconocimientos como los Bologna Ragazzi Award. Uno de los más destacados es maravillosa adaptación gráfica de Robinson Crusoe (Ajubel, 2009). También tienen libros de no ficción como los de la colección El mapa de mi cuerpo, en la que se explica en funcionamiento y razón de existir de partes inquietantes de nuestra anatomía como los agujeros de la nariz, las costras o el ombligo.







Si quieres seguir leyendo
Les encantará visitar la web de Media Vaca: http://www.mediavaca.com/ Ya saben. Ni se les ocurra apretar el botón.
Si ya andan por ahí, dense una vueltita por La vida privada de los libros. Luego de ello, querrán correr a comprarlos todos.


¿Dónde encontrar los libros de Media Vaca?
Si vas a la FIL, visita los stands de Monoblok y Books & Co. Si se te pasan las fechas, puedes encontrarlos en las siguientes librerías:
Monoblock (Av. Prolongación San Martín 207, Barranco, Lima)
Cuarto de juego (librería online: https://cuartodejuegos.net/)
Books & Co. (Avenida El Polo 670, Santiago de Surco, Lima)
Librería SUR (Av. Pardo y Aliaga 683, San Isidro, Lima)
Librería El Virrey (Bolognesi 510, Miraflores, Lima)




sábado, 15 de julio de 2017

Iván Herrera responde al cuestionario LIJero

15 preguntas para conocer los hábitos lectores de tus autores favoritos

Fotografía: Natalia Tamariz


Iván Herrera trabajó muchos años narrando lo real y lo cotidiano en crónicas que escribía allá por aquellos años en los que ejercía como periodista. Tiempo después descubrió su vocación docente, pero nunca perdió esa pasión por narrar. No es casual, pues, que se haya convertido en un notable especialista en storytelling y que ayude a empresas a descubrir y contar sus propias historias. Tampoco es producto del azar que se haya iniciado en el mundo de la literatura infantil con éxito y que este lo haya ido atrapando más y más al notar el efecto movilizador de las palabras en los niños. Es autor de Rayo vuelve a casa (Editorial Panamericana) y de los libros Felipe, el gato pulgoso¡Silencio, Pollito! ambos publicados por Editorial Norma y escritos en coautoría con Víctor Aguilar y Christian Ayuni, respectivamente.

En esta ocasión, Iván es nuestro invitado para responder este Cuestionario LIJero y compartirnos, con el carisma que lo caracteriza, aquellos libros y circunstancias determinantes para su formación como lector y escritor. Los dejamos en su grata compañía.

1. ¿Cuál es tu lugar favorito para leer?
El bus o el taxi. Leo muchísimo en el carro. Es una excelente forma de hacer las paces con el tráfico de Lima. Si el libro es bueno, uno llega a desear que el viaje demore más.

2. ¿En qué momentos del día sueles hacerlo?
Leo todo el día. Con frecuencia es lo primero que hago al levantarme y lo último que hago antes de dormir. Aprovecho cualquier oportunidad que se me presenta para leer.   

3. ¿Qué tipo de libros encontramos en tu biblioteca?
Tengo cuatro hijos y yo escribo cuentos infantiles, así que tengo muchos libros para niños. También verás en mi biblioteca bastantes libros de periodismo narrativo —Kapuscinski es mi favorito—, algo de poesía y de ensayo, títulos de espiritualidad cristiana, y novelas y cuentos, tanto clásicos como contemporáneos. Mi hijo mayor y yo compartimos la afición por la obra de Tolkien, así que estamos haciendo crecer nuestra colección de historias de la Tierra Media.

4. Si solo pudieras quedarte con un libro de tu biblioteca, ¿cuál sería? ¡SOLO UNO!
La Biblia. La leo a diario. Descubro que Dios me habla en ella. Cuando yo era niño, mi papá me leía por las noches pasajes de la Biblia. Creo que mi amor por las historias comenzó así.

5. ¿Qué lectura es la que más recuerdas de tu etapa escolar?
En la infancia, la lectura más importante para mí fue la colección de El gran libro de preguntas y respuestas de Carlitos, una enciclopedia infantil de editorial Grijalbo en la que aparecían Charlie Brown, Snoopy y sus amigos. Encendió mi curiosidad y me convirtió en lector. Niebla, de Unamuno, y Cien años de soledad fueron libros que me marcaron en la secundaria.

6. Si pudieras quedarte a vivir dentro de un libro, ¿cuál escogerías?
El Hobbit. Quiero mudarme a la Comarca. Aunque el año pasado, leyendo Moby Dick, quería zarpar en un barco ballenero.

7. ¿Cuál es tu personaje literario favorito?
Jean Valjean, de Los miserables.

8. ¿Qué hace que te decidas por un libro cuando vas a una librería?
La contratapa, el inicio del libro y el precio.

9. ¿Cuál fue el último libro que compraste?
Pastoral americana, de Philip Roth.

10. ¿Has caído alguna vez en la tentación de leer el final del libro? ¿Cuál fue?
Creo que fue con Lolita, de Nabokov. Habrá sido por gusto, porque no recuerdo tanto el cierre. En cambio, del principio no me puedo olvidar. Me encanta. Lo-li-ta.

11. ¿Qué libro crees que podría fascinar incluso a un joven reacio a la lectura?
Harry Potter es un gran candidato, pero si al chico realmente le asusta el grosor del libro, entonces le recomendaría Un hombre feo, de mi amigo Pierre Castro. Es una colección de cuentos muy divertidos. Los disfrutaría mucho. Pierre, en cambio, del zaque le mandaría a leer It, de Stephen King, para que así se le quite la ñoñez.

12. ¿Lectura en soporte de papel o digital?
Ambos. El papel te permite sumergirte en la lectura y abstraerte de un modo que no se logra en soporte digital. Sin embargo, debo admitir que leo cada vez más en pantalla. Me resulta cómodo. 

13. Escoge tres palabras para calificar a un buen libro.
Sorprendente. Intenso. Inteligente.

14. ¿Qué libro te acompaña en estos días?
Cuentos inconclusos de Númenor y la Tierra Media, de Tolkien.

15. ¿Qué pregunta le dejarías a nuestro próximo invitado?
¿Qué libro de otro autor de literatura infantil y juvenil te hubiera gustado escribir y por qué?

La pregunta de Andrea Todde: ¡Hola! Si pudieras traer a la realidad a todos los personajes que has creado para vivir contigo, ¿lo harías, o preferirías meterte tú en su mundo?
¡No! Los quiero mucho como para hacerles eso. Una visita breve es más prudente. Me encanta el alboroto que se arma cuando llegan sin avisar.


*Un agradecimiento al colegio Rebeca Carrión Cachot y a Un Millón de Niños Lectores por las facilidades para las fotografías.


Lo que debes saber sí o sí
Iván Herrera estará presente en la Feria Internacional del Libro para presentar dos de sus libros. El sábado 29 de julio presentará Rayo vuelve a casa (Editorial Panamericana) en la sala Ciro Alegría a las 5:00 p.m. Días después el miércoles 2 de agosto será el turno de su nuevo libro, ¡Silencio, Pollito! (Editorial Norma), escrito en coautoría con Christian Ayuni. La cita será a las 4:00 p.m. en el teatrín «La casa de cartón». Ambas actividades contarán con narraciones musicalizadas y el ingreso a ellas es libre hasta llenar aforo.

¿Dónde encontrar sus libros?
Rayo vuelve a casa está disponibles al precio de S/ 25.00 en Editorial Panamericana (Calle Mercaderes N° 114 - Santiago de Surco), Crisol, Íbero, SBS, Época, Sur y Entre Páginas (Plaza Norte). Además, pueden consultar por otros puntos más cercanos a ustedes llamando al siguiente teléfono: 652-8494.

Por su parte, pueden encontrar ¡Silencio, Pollito! en Librerías Crisol, Fondo de Cultura Económica y Entre Páginas (Plaza Norte).

Ambos libros estarán disponibles para venta en la Feria Internacional del Libro en los stands de Panamericana y Crisol respectivamente.





sábado, 8 de julio de 2017

Mis libros LIJeros recomendados

Por Cocoretto

¡Es un libro!, de Lane Smith
Aparentemente es un libro álbum simple, pero en realidad es casi una respuesta a todas aquellas suposiciones sobre la caducidad del libro impreso. En él, aparecen tres personajes: un asno que solo conoce la tecnología, un mono que es un lector empedernido y un pequeño ratón que es el «comic relief» de la historia. A lo largo de la trama, el asno tortura insistentemente con inocentes preguntas al mono, tratando de descubrir qué es ese “instrumento” tan extraño que no necesita contraseña, ni se enchufa ni se prende ni se apaga y, sin embargo, concentra toda su atención.

Definitivamente, es un libro directo que nos hace pensar en el valor de lo tradicional a través del juego y la ironía. Nos fascina la manera sencilla en que está ilustrado, ya que es justamente allí donde radica el valor de este encantador libro.



El pájaro de la lluvia, de Carla Iglú
Escrito con una prosa sencilla y pausada que ayuda desde el comienzo a entender y asimilar la idea de la pérdida de un ser muy querido a una temprana edad. Nunca un libro para niños nos había hecho llorar.

En El pájaro de la lluvia, la autora nos presenta a Héctor, un niño que deberá aprender a convivir con una experiencia dolorosa. La perfecta metáfora sobre el dolor y la tristeza de la pérdida está representada a través de una nube gris, dentro de la cual vive un pequeño y hermoso personaje que le enseñará a Héctor a aceptar la muerte como parte de la vida y a convivir con los días lluviosos y los soleados. Es un libro precioso que enseña a manejar situaciones inquietantes con los más pequeños.



El globo, de Isol
Es un libro que pareciera no estar escrito para niños, puesto que no es políticamente correcto y este carácter inusual genera mucha más curiosidad. Nos presenta a Camila, una niña como cualquier otra. Quien no es como cualquier otra es su madre, quien vive el día a día a punto de gritos. Un día, después de un típico arranque de furia, la mamá de Camila se convierte en un hermoso globo rojo y es desde ese día que la relación madre-hija se vuelve maravillosa.

Este libro es interesante ya que prácticamente carece de texto y se apoya mucho en las imágenes, que son las que nos van contando la historia. Además, está escrito desde el punto de vista infantil y así, entre el juego y la ironía, da un jalón de orejas a los padres.



Sobre Cocoretto
Nace en el 2013. Es el seudónimo que usa una pareja de ilustradores que, tras varios años de trabajo en el sector editorial y artístico, decidió unir su trabajo relacionado con la literatura infantil. Desde ese entonces, han ilustrado y diseñado libros ilustrados y libros álbum de reconocidos autores peruanos como Micaela Chirif y Jorge Eslava, así como de importantes editoriales extranjeras. Además, son autores integrales de sus propios libros: La banda (Polifonía Editora, 2015) y Vamos a… (Polifonía Editora, 2016).


Si quieres seguir leyendo…
Puedes leer nuestra reseña sobre los libros de Cocoretto dando clic aquí.


¿Dónde encontrar sus recomendaciones?
¡Es un libro! (Océano Travesía)
La versión para bebés de este libro estuvo disponible en Cuarto de Juegos (https://cuartodejuegos.net/), pero se encuentra agotada. El precio era de S/ 37.90. Podrían consultar si llegará nuevo stock. Mientras tanto, pueden ver un tráiler haciendo clic aquí

El pájaro de la lluvia (Editorial Panamericana)
Disponible al precio de S/ 25.00 en Editorial Panamericana (Calle Mercaderes N° 114 - Santiago de Surco), Crisol, Íbero, SBS, Época, Sur y Entre Páginas (Plaza Norte). Además, pueden consultar por otros puntos más cercanos a ustedes llamando al siguiente teléfono: 652-8494.

El globo (Fondo de Cultura Económica)
Su precio es de S/ 15.00. Por el momento está agotado, pero es probable que pronto llegue stock a las librerías del Fondo de Cultura Económica – Perú:

Librería Blanca Varela (Jirón Berlín 238, Miraflores)
Librería - Café - Galería del FCE (Calle Esperanza 275, Miraflores)

En ambas librerías, ofrecen descuentos y promociones frecuentemente.